TITULO ORIGINAL
Parting Glances
AÑO DE ESTRENO
1986
DIRECTOR
Bill Sherwood
PRODUCTORES
Nancy Greenstein, Paul L Kaplan, Yoram Mandel, Arthur Silverman
GUION
Bill Sherwood
REPARTO
Richard Ganoung (Michael), John Bolger (Robert), Steve Buscemi (Nick),
Adam Nathan (Peter), Kathy Kinney (Joan), Patrick Tull (Cecil), Yolande Bavan
(Betty), Andre Morgan (Terry), Richard Wall (Douglas), Kristin Moneagle
(Sarah), John Siemens (Dave), Bob Kohrherr (Sam), Theodore Ganger (Klaus), Nada
(Liselotte), Cam Brainard (Ricky)
CINEMATOGRAFÍA
Jacek Laskus
BANDA SONORA
Mike Nolan
VESTUARIO
Sylvia Heisel
PAÍS DE ORIGEN
Estados Unidos
DISTRIBUIDA POR:
Cinecom Pictures
DURACIÓN
90 minutos
JOAN: “¿Qué vas a hacer cuando ya no esté?”
MICHAEL: “Echarle de menos.”
JOAN: “Yo también.”
MICHAEL: “Su padre ni siquiera lo sabe.”
JOAN: “¡No lo dices en serio! ¿Cuándo piensa decírselo, cuando ya esté muerto?”
MICHAEL: “Me temo que vamos a acabar siendo nosotros quienes se lo digan cuando muera.”
JOAN: “Lo que dicen es cierto, los buenos se mueren. Y probablemente viviré para cumplir ciento cincuenta años.”
JOAN: “Tengo un secreto. Siempre he querido a Nick más que a Robert.”
MICHAEL: “Lo sé.”
JOAN: “Nunca se lo he dicho a Nick.”
MICHAEL: “Mejor así.”
JOAN: “A veces me siento tan culpable.”
MICHAEL: “No es culpa tuya, no es culpa de nadie.”
JOAN: “No es eso, es que hay veces cuando estoy allí, que en lo único que puedo pensar es en lo feliz que estoy por no haberme infectado.”
JOAN: “¿Quién no lo haría?”
SINOPSIS
Michael y Robert son
una pareja gay que reside en Nueva York durante los años ochenta. La relación
de ambos se ha vuelto algo predecible y para arreglar la situación Robert ha
aceptado un trabajo que le obligara a estar ausente durante dos años en África.
Mientras tanto Michael continua cuidando de su antigua pareja, Nick, enfermo de
SIDA, de quién sigue enamorado. En el transcurso de dos días, la pareja acude a
cenar con los jefes de Robert, y más tarde a una fiesta de despedida organizada
por la amiga de ambos, Joan. Mientras tanto Nick tiende a asilarse cada vez
más.
Durante el curso de
dos días el peculiar triangulo habrá de enfrentarse a sus relaciones,
emociones, conflictos, miedos y sentimientos para decidir qué hacer con sus
vidas, y como continuar adelante.
CURIOSIDADES
En la segunda mitad
de la década de los años ochenta comenzaron a imperar las películas de temática
gay cuyo argumento giraba acerca del VIH y del SIDA. “Miradas de Despedida” es
la primera y única película de Bill Sherwood, que murió de SIDA en 1990. Se
trata de hecho de una de las primeras películas en tratar el tema del VIH, pero
al contrario de la inmensa mayoría no se regodea en el drama y el sufrimiento,
prefiriendo mantener un enfoque más preciso en la incertidumbre. Además de esto
intenta mostrar el SIDA, por aquel entonces todavía una enfermedad nueva y
llena de ignorantes, dentro de un contexto social. Estos factores la han
convertido en todo un clásico de culto dentro del género de la temática gay.
La película muestra la
vida urbana de un segmento de la comunidad gay por lo general bastante
representativa de la época. Se trata además de la primera película del actor
Steve Buscemi, que adquirió fama años más tarde, pero realiza una espléndida
labor a la edad de veintiocho años.
A día de hoy todavía considera esta
película como su mejor labor de interpretación.
La banda sonora
incluye temas de Bronski Beat que resaltan ese aíre nostálgico de los años
ochenta. Curiosamente la película sigue siendo una gran desconocida en gran
parte de la comunidad, en parte eclipsada por el éxito de “Compañeros
Inseparables” en 1990.
LO MEJOR
Es evidente que el
director sabía lo que se sentía en los años ochenta con esta enfermedad, y lo
reflejó en esta su única película, cuatro años antes de sucumbir al SIDA. Lo
que más me gusta esta película es que no intenta ni ser pretenciosa, ni
adoctrinar al resto de la sociedad sobre el sufrimiento del SIDA. Muestra con
plena honestidad la incertidumbre de su personaje Nick, y al contrario de muchas
otras películas la cara amable de aquellas personas que no desaparecieron
cuando sus amigos fueron víctimas del virus, Michael.
El mensaje resulta
perfectamente claro sin necesidad alguna de regodearse en el sufrimiento, y no
infravalora los problemas del resto de los personajes. La sigo considerando una
película acerca de decisiones, la necesidad de tomarlas, y la imposibilidad de
aislarse cuando llega dicho momento. No hay buenos ni malos, uno tiene que
entender la postura de cada personaje, incluso de Robert, que se siente
desbordado por la situación de su pareja, y el antiguo amor de este, y se ve
forzado a enfrentarse a sus propias inseguridades. La pregunta es la misma al
final: ¿Puede uno huir de sus problemas, o es inevitable que estos terminen por
alcanzarnos? La película consigue abordar estas dudas, y las de la comunidad
sin caer en determinados clichés característicamente peligrosos.
Sin duda hay que
tener en cuenta que es una película de diálogos, los cuales están cargados de
estados emocionales mientras los personajes se enfrentan a la gran
incertidumbre que provocó el SIDA en los años ochenta. Un ejemplo que derrocha
honestidad es la conversación entre Joan y Michael (que se puede leer más
arriba).
LO PEOR
La película es
excelente, aunque me hubiera gustado ver un final más definido. El final solo
sugiere al espectador las decisiones que van a tomar los protagonistas, pero
esas sugerencias distan mucho de ser definitivas.
MI CALIFICACIÓN
9- Muy buena
Hola Daniel, la viste doblada al español o en inglés sin subtítulos? pregunto por que no logro encontrar subtítulos y muero por ver a Steve Buscemi haciendo un papel gay
ResponderEliminarLa compré hace ya tiempo en inglés con subtítulos en Español.
EliminarHola Daniel, dónde la compraste con subtítulos en español? Podrías compartirla con nosotros, por favor??
EliminarPues si te digo la verdad, no me acuerdo, porque hace muchos años que la tengo
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