Common Threads: Stories from the Quilt
AÑO DE ESTRENO
1989
DIRECCIÓN
Rob Epstein, Jeffrey Friedman
PRODUCCIÓN
Rob Epstein, Jeffrey Friedman, Bill Couturié
GUION
Rob Epstein, Jeffrey Friedman, Cindy Ruskin
Basado parcialmente en el libro
de Cindy Ruskin
REPARTO
Dustin Hoffman (Narrador), Sara Lewinstein, David
Mandell, Suzi Mandell, Sallie Perryman, Vito Russo, Tracy Torrey, Cleve Jones,
John Politano, Josie Politano
CINEMATOGRAFÍA
Jean de Segonzac, Dyanna Taylor
BANDA SONORA
Bobby McFerrin
VESTUARIO
Inaplicable
PAÍS DE ORIGEN
Estados Unidos
DISTRIBUIDA POR:
Direct Cineman, HBO
DURACIÓN
79 minutos
79 minutos
NARRADOR: “Solo la muerte de Rock
Hudson logró llamar la atención de América. Para aquel entonces, el SIDA había
matado a otros quince mil americanos. Rock Hudson es el nombre más famoso en el
edredón gigante, un homenaje a diez mil hombres, mujeres y niños que llegaron a
un mismo destino a través de distintos caminos.”
DOCTOR NEIL EDWARDS: “Hasta que
la administración Reagan se dé cuenta de que la responsabilidad del gobierno es
la de salvar vidas y no la de salvar almas, seguiremos viendo como el virus se
extiende en nuestra sociedad.”
PERIODISTA: “¿Está sugiriendo qué
se está ignorando está enfermedad porque está golpeando mayoritariamente a la comunidad
gay?”
LARRY KRAMER: “No tengo ninguna
duda de que si esta enfermedad le afectara a usted o la comunidad heterosexual
blanca de clase media, se hubieran tomado medidas mucho antes.”
Este documental narra las vidas
de cinco personas cuyas vidas se vieron afectadas por SIDA durante el momento
álgido de la epidemia. Estas personas narran como sus seres queridos vivieron
sus últimos años antes de sucumbir a esta terrible enfermedad. Sara Lewinstein
narra la historia de su amigo el Doctor Tom Waddell, fundador de los Juegos Gay
y padre de su hija. David Mandell y su esposa Suzi narran la historia de su
hijo David, un joven hemofílico que sucumbió a la enfermedad siendo solamente
un niño. Vito Russo, un crítico de cine e historiador, narra la historia de su
pareja Jeffrey Sevcik. El propio Russo fallecería a causa de la enfermedad en
1990, un año después del estreno del documental. Sallie Perruman narra la
historia de su marido Robert Perryman, un hombre afroamericano que contrajo la
enfermedad debido al uso de drogas intravenosas. El comandante de la marina
Tracy Torrey narra la historia de su amante el arquitecto David C Campbell, y
la suya propia debido a que falleció víctima de la enfermedad durante la
producción del documental.
Junto a estas historias
personales, el documental repasa la historia del “NAMES Project” y muestra el
proceso de creación de los paneles del edredón conmemorativo dedicado a las
víctimas. También documenta la falta de respuesta por parte de la
administración Reagan durante el inicio de la crisis. Como contrapunto analiza
los primeros intentos por parte de la comunidad homosexual para hacer que el
gobierno reaccionara. Todas estas situaciones y sucesos vienen documentadas con
material de archivo.
CURIOSIDADES
La
película fue creada para ser emitida por HBO, basando en parte en el libro “The
Quilt: Stories From the NAMES Proyect”, escrito por Cindy Ruskin, con
fotografías de Matt Herron, y publicado en el año 1988. El documental fue el
primer proyecto de “Sandollar Productions”, propiedad de Dolly Parton y Sandy
Gallin en el que no aparecía Parton.
El
documental pone énfasis en varias personas que quedaron representadas en
diferentes paneles del Edredón gigante creado como homenaje a las primeras
víctimas de la enfermedad en el momento más duro de la crisis del SIDA. Combina
historias y recuerdos personajes con material de archivo de su pasado, junto al
de varios políticos, profesionales de la sanidad, y otras personas enfermas de
SIDA. Cada sección de la película va acompañada de estadísticas detallando el
número de americanos diagnosticados con la enfermedad y el número de muertes
año tras año desde 1980. De esta forma, el espectador puede ir contemplando
como el número de fallecimientos iba incrementándose exponencialmente año tras
año.
El
documental finaliza con el primer despliegue completo del Edredón en la
Explanada Nacional de Washington DC, durante la Segunda Marcha nacional sobre
Washington por los derechos de lesbianas y gais en el año 1987. El film ganó el
Oscar al Mejor Largometraje Documental en 1989.
Siempre he defendido la
importancia de recordar, de tener presente esos aspectos que nuestra comunidad
tiende a olvidar con demasiada facilidad. Este tipo de documentales son siempre
sobresalientes gracias a su inmensa calidad humana, pero también porque son
evidencia de una crisis que es imperativo no olvidar. El documental comienza
con un gran acierto, y es el de no limitarse a la comunidad gay, y abordar
otros casos igualmente conmovedores. Personalmente me quedé impresionado con la
sección del niño hemofílico, que acabó infectado por una transfusión. Esto no
hace que el resto de las tragedias sean menos importantes, pero cuando se trata
de niños siempre resulta más duro ver un innecesario final a sus vidas.
Escuchar a sus padres hablando sobre sus últimos años de vida y la
discriminación añadida que sufrió, me dejó completamente noqueado. El resto de las historias son
igualmente conmovedoras, recorriendo vínculos de amistad, amor que acabaron
rotos no solo por la enfermedad, sino por el rotundo fracaso de la
Administración Reagan para lidiar con el problema.
Y es que el documental no
solo busca el conmover, concienciar y educar; sino que de forma acertada y
necesaria denuncia a la ineficacia política. Siempre he sido de la opinión,
compartida por la película, de que se optó por ignorar un problema que parecía
afectar solamente a homosexuales y drogadictos. Bien parece, que llegaran a
agradecer la aparición de una enfermedad que les librara de quienes eran considerados
deshechos sociales. Y cuando la crisis se les escapó de las manos, afectando a
todo el mundo, ya era demasiado tarde.
También quiero señalar que desde
que la enfermedad se ha convertido en crónica en los países desarrollados,
parecemos haber olvidado la gran tragedia que nuestra comunidad vivió. Es
importante no olvidar, y trabajos como este documental ayudan a que así sea.
LO PEOR
No hay nada negativo que yo haya
sido capaz de encontrar en esta película.
MI CALIFICACIÓN
10- Excelente
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